Un PC siempre ha sido asociado a la clásica «Torre» de componentes ensamblados, conectados a un monitor, teclado y ratón. Ocupan mucho espacio en nuestra habitación o despacho, hacen ruido y son un almacén de polvo con el paso del tiempo. Pero todo esto, forma parte del pasado, los componentes son cada día más pequeños y eficientes, generan menos calor y por lo tanto necesitan menos refrigeración. A día de hoy, seguimos teniendo el formato ATX y sus variantes para tener un PC de sobremesa potente, ya sea para ocio o trabajo, pero también podemos optar por dispositivos de tamaño reducido, que cumplirán con nuestras necesidades del día a día y mucho más.
Las Tablets y Smartphone han jugado un papel muy importante. El hardware de estos dispositivos ha ido evolucionando notablemente en estos últimos años, pudiendo llevar en nuestro bolsillo más “gigas y gigahercios” que los que manejaba nuestro pc de la oficina hace 10 años. De este modo, y gracias a los pasos de gigante que ha dado el hardware en los últimos años, ¿Por qué no introducir esa tecnología en pequeñas carcasas y que ejecuten nuestro Windows o Ubuntu? Pues hecho, ya tenemos “PCs” del tamaño de un pendrive, que no hacen ruido gracias a su refrigeración pasiva y que podemos colocar detrás de nuestro monitor o tv.
El catálogo y marcas que fabrican mini PCs es tan extenso que la elección puede llegar a ser una tortura, pero para evitar esto lo mejor es tener claras nuestras necesidades y preferencias. Cualquier equipo disponible hoy en día cumplirá nuestras necesidades básicas como navegar por internet, manejar archivos de ofimática, ver videos en YouTube o ver películas en HD o 4k.
No vamos a entrar en especificaciones profundas, pero básicamente para elegir nuestro mini pc debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Procesador: La cpu es la que normalmente incorpora la «tarjeta gráfica», si vamos a reproducir video en 4k, debemos asegurarnos que la cpu de nuestro mini pc sea capaz de mover dicha resolución sin problema.
- Memoria RAM: Puede sorportar varias gigas de RAM, cada modelo tendrá sus limitaciones, pero normalmente con 8Gb o 16Gb tendremos de sobra.
- Capacidad del disco duro: Lógicamente instalaremos disco sólido y del tamaño que necesitemos, 512Gb nos darán para mucho, y si no es suficiente, siempre podemos añadir discos secundarios USB para almacenar datos.
Ya tan solo queda disfrutar de nuestro nuevo equipo, pequeño y silencioso, apto para las tareas más comunes del día a día y respetuoso con el medio ambiente gracias al bajo consumo energético que tienen.