Actualmente, 98 establecimientos cuentan con esta acreditación, y de ellos casi un tercio utilizan los servicios que ofrece Grupo Trevenque
Hace cuatro años, el Ministerio de Cultura y Deporte puso en marcha un proyecto para dotar a las librerías de un Sello de Calidad. Es un reconocimiento de la Asociación Cultural Española y de la Asociación de las Cámaras del Libro de España, con el objetivo principal de reactivar el canal minorista librero y dotarle de proyección profesional para dar respuesta a las exigencias de calidad y referencia cultural que demandaba la sociedad española. Desde entonces, ya son 98 librerías las que han recibido este sello, de las que 12 acaban de adquirir esta condición.
Hoy nos queremos centrar en cinco de ellas. Se trata de ‘Bibabuk‘ (Almería), ‘Serendipia‘ (Ciudad Real), ‘La puerta de Tannhäuser‘ (Plasencia, Cáceres), ‘Fábula‘ (Alcorcón, Madrid) y ‘La Ploma‘ (Barcelona). Todas han sido reconocidas por contar con un personal cualificado para atender a los lectores; disponer de un catálogo amplio y diverso que refleja la riqueza de la producción editorial; dedicar un espacio cultural que ofrece actividades de fomento del libro y de la lectura; y ofrecer un servicio orientado al cliente que incide en la atención y la fiabilidad.
Y todas tienen en común otra cosa: son clientes de Geslib, el sistema de gestión específicamente diseñado para la informatización de todos los procesos de las librerías y papelerías. Precisamente, una de las características que suelen señalar los usuarios de este software es el tiempo que les deja libre para poder centrarse en mejorar la calidad de sus servicios y de la atención al cliente.
De ahí que no sea casualidad que, de los 98 establecimientos que cuentan con el Sello de Calidad o el equivalente de las ‘Llibrerías de Referència de Catalunya’, 31, casi una tercera parte del total, utilicen algunos de los servicios para librerías que ofrece Grupo Trevenque para sus actividades diarias (además de Geslib, Weblib). Disponer del Sello de Calidad les aporta, sobre todo, prestigio ante sus lectores.
Pero, además, también les permite consolidar su imagen como espacios culturales; garantizar el cumplimiento de unos rigurosos estándares de calidad; mostrar un compromiso de mejora permanente en su servicio a los lectores; y constituirse como un referente de buen servicio ante las Administraciones Públicas, ya que en cada caso podrán incorporarlo a sus licitaciones o convocatorias. En definitiva, unos beneficios muy importantes más fáciles de alcanzar cuando se dispone de un sistema de gestión como el de Geslib para permitirles centrarse en mejorar la calidad real de sus servicios.