En la anterior entrada de este blog analizamos las diferencias existentes entre servidores virtuales y servidores dedicados. En ella, profundizamos en los pros y contras de estas dos opciones avanzadas de alojamiento, facilitando identificar en qué situaciones conviene optar por una u otra. Este nuevo artículo lo dedicaremos a los servidores en la nube, un concepto íntimamente relacionado a los servidores virtuales VPS, que aún hoy es fuente de confusión entre los profesionales vinculados al sector IT que no son expertos en tecnología de sistemas.
Sigue leyendo para despejar tus dudas sobre qué son los servidores Cloud, cómo funcionan y las numerosas ventajas que la migración a este ecosistema puede representar para tu empresa.
¿Qué es un servidor en la nube?
El concepto de servidor en la nube no es en absoluto novedoso. De hecho, su origen se remonta a la “prehistoria” de internet. Sin embargo, su aplicación en el ámbito corporativo vino aparejada al desarrollo de la llamada web 2.0. Consecuentemente, no fue hasta el inicio de la pasada década cuando su popularidad comenzó a crecer exponencialmente, extendiéndose de forma definitiva su adopción.
A día de hoy, la irrupción del cloud computing ha cambiado radicalmente la forma en que las empresas gestionan su infraestructura tecnológica. La computación en la nube permite acceder a recursos informáticos bajo demanda, facilitando enormemente su escalado al mismo tiempo que reducen notablemente los costes asociados.
En este nuevo paradigma, los servidores en la nube juegan un papel crucial. Pero, ¿qué es un servidor en la nube? En su acepción más simplista, podríamos definir el servidor en la nube o servidor Cloud como un servidor en el que toda la información se encuentra en un entorno de nube, es decir, que solo resulta accesible a través de internet.
Si vamos un poco más allá, podemos afirmar que los servidores en la nube son servidores con carácter virtual, alojados en un servidor físico ubicado fuera de las instalaciones de la empresa que los utiliza (habitualmente, en un centro de datos como Cloud Center Andalucía). Por consiguiente, no es posible acceder a ellos directamente como se haría en un servidor físico tradicional, sino que sus recursos se distribuyen a través de una red, permitiendo así el acceso de múltiples usuarios siempre que lo necesiten.
¿Cuál es su misión? Los servidores en la nube están diseñados para proporcionar recursos informáticos, almacenar y procesar información o aplicaciones. Y constituyen uno de los ejemplos más frecuentes de informática en la nube, junto a las soluciones de almacenamiento, los servicios de hosting o las aplicaciones SaaS. Veamos cómo funcionan.
¿Cómo funciona un servidor en la nube?
Los servidores cloud existen gracias a las tecnologías de virtualización. Mediante softwares como VMWare vSphere, Microsoft Hyper-V Server o Oracle VM Virtual Box es posible dividir un servidor físico en varias instancias virtuales, a las que se asignan unos recursos determinados para su funcionamiento.
¿Cómo se distribuyen estos recursos? A través de un hipervisor, una herramienta que actúa como monitor de máquina virtual añadiendo una capa de software responsable de crear, ejecutar y gestionar máquinas virtuales (VM) sobre un servidor físico.
De este modo, las organizaciones pueden procesar grandes cargas de trabajo y almacenar ingentes volúmenes de información, accediendo a las funciones de ese servidor virtual de forma remota mediante servicios automatizados bajo demanda o APIs. Todo ello sin necesidad de disponer de un centro de procesamiento de datos propio.
A pesar de su carácter intangible, el funcionamiento y prestaciones de un servidor en la nube no difieren en exceso de las de un servidor físico tradicional, aunque las funcionalidades que proporcionan ambas soluciones pueden ser muy diferentes. La más evidente, pasa por el modelo de uso: frente a la exclusividad que proporciona un servidor físico dedicado, en un servidor cloud varios usuarios comparten los recursos asignados.
¿Es lo mismo un servidor en la nube y un servidor VPS?
Esta particularidad que acabamos de citar aproxima los servidores cloud al concepto de servidores VPS (Virtual Private Server), con los que también comparten similitudes. Razón por la que es muy habitual pensar que son lo mismo, aunque realmente no sea así: nuevamente encontramos algunos factores que los diferencian.
En ambos casos son servicios virtualizados, que permiten dividir una máquina física en varias instancias virtuales dotadas de una serie de recursos garantizados. Sin embargo, los servidores en la nube ofrecen mayor flexibilidad que los VPS al trabajar con una infraestructura independiente sin dependencia directa del servidor físico. Un condicionante que sí está presente en los servidores VPS, más sujetos a los recursos asignados.
Además, los servidores Cloud son más permeables a posibles problemas de hardware, ya que su infraestructura puede abstraerse del hardware; mientras que en un VPS siempre estaremos condicionados por los recursos de hardware físicamente disponibles en el servidor sobre el que se han creado esas instancias virtuales.
Esta diferencia hace que en un servidor en la nube los recursos sean prácticamente ilimitados, facilitando su adaptación de forma rápida y flexible a las necesidades concretas de cada organización o proyecto.
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Qué ventajas aportan los servidores en la nube a las empresas
Las ventajas de utilizar servidores en la nube son muy numerosas. Por eso, cada vez son más las pequeñas, medianas y grandes empresas que recurren a ellos para almacenar y gestionar su información, independientemente de su sector o ámbito de actividad.
Si estás valorando migrar tus sistemas a un entorno cloud, los siguientes beneficios te ayudarán a tomar una decisión que sin duda tendrá un impacto directo en la forma de gestionar los procesos internos de tu empresa, dotándolos de mayor agilidad y, por consiguiente, mejorando la productividad y competitividad de tu compañía.
Ahorro de costes
Probablemente sea el beneficio más obvio. Los servidores en la nube representan una clara oportunidad de ahorro, tanto a nivel de infraestructura como de personal.
En primer lugar, la contratación de un servicio de servidor cloud permite a las empresas prescindir del CPD propio. Lo que reduce de forma significativa la inversión económica para la adquisición de infraestructura informática (servidores, racks, componentes, etc.) y demás dispositivos. Además, los gastos asociados al consumo energético serán eliminados por completo. Por otro lado, tendremos en todo momento controlado el gasto, pagando únicamente por los recursos que realmente necesitamos, utilizamos y consumimos.
Finalmente, nos olvidaremos por completo de las tareas relacionadas con el mantenimiento, la supervisión de procesos y la gestión de cargas de trabajo. Éstas pasan a ser responsabilidad del proveedor. De este modo, también evitaremos tener un equipo de técnicos dedicados a estas tareas.
Fácil implementación
Un servidor cloud puede desplegarse de forma prácticamente instantánea, frente a la instalación y configuración de un servidor físico, que implica un período de tiempo mucho mayor. Asimismo, al funcionar sobre una red compartida garantizan una comunicación ininterrumpida y una administración centralizada.
Máxima integración
Los servidores en la nube pueden integrarse con gran facilidad con otras infraestructuras, como las redes de nube o los sistemas de almacenamiento cloud.
Disponibilidad y accesibilidad
Migrar las cargas de trabajo a los servidores en la nube implica eliminar cualquier tipo de barrera. Por un lado, los datos y aplicaciones son accesibles desde cualquier lugar, permitiendo trabajar desde cualquier punto geográfico. Por otro, están siempre disponibles, lo que permite acceder a la información que almacenan en cualquier horario.
Dos ventajas de gran peso específico ahora que las empresas apuestan más que nunca por la flexibilidad horaria, el trabajo en remoto y políticas que ayuden a conciliar la vida personal con la laboral.
Flexibilidad
Un servidor cloud es un sistema muy elástico y flexible, capaz de adaptar sus características a las necesidades que el usuario tenga en cada momento.
De este modo, permite adecuar su configuración, ampliar funcionalidades o escalar recursos informáticos y de almacenamiento prácticamente sobre la marcha. Y sin necesidad de invertir en nuevos dispositivos o detener los sistemas para realizar esas actuaciones. Una opción muy interesante para organizaciones para necesidades variables o sometidas a una demanda de tipo estacional.
Seguridad
En un contexto en el que los ciberataques se han vuelto más frecuentes y agresivos, la seguridad de la información se ha convertido en un aspecto prioritario para las empresas. No en vano, los datos son hoy uno de sus activos más valiosos. Trabajar sobre un servidor en la nube permite contar con altos estándares de seguridad, muy por encima de los de un CPD propio. Los proveedores cloud establecen todo tipo de medidas físicas y lógicas para reducir el nivel de riesgo, garantizar la disponibilidad de los datos y permitir una rápida recuperación de la información ante un eventual desastre.
Por ejemplo, en CCA disponemos de las últimas tecnologías físicas para responder de forma ágil y eficaz ante cualquier incidente: planta sobre-elevada anti inundaciones, suelos técnicos antiestáticos, sistema VESDA de detección precoz de incendios y sistemas de extinción 3M NOVEC 1230, ladrillos intumescentes y un largo etcétera. Además, todos nuestros suministros eléctricos están totalmente redundados para asegurar un funcionamiento integral de las instalaciones y la continuidad de tu negocio.
Y, por supuesto, también proporcionamos los servicios y herramientas necesarios para blindar la información de tu compañía: servicios de BackUp Online, certificados de seguridad SSL, firewalls y sistemas de seguridad perimetral… Siempre con pleno cumplimiento de la normativa legal vigente sobre protección de datos y la garantía de máxima seguridad que supone ser el primer centro de datos andaluz certificado en el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) en el nivel medio.
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Salta a la nube con Cloud Center Andalucía
Esperamos haberte ayudado a comprender las innumerables ventajas de migrar la infraestructura de tu organización a un entorno en la nube. Pero para sacarle el máximo partido, las empresas deben confiar en proveedores que ofrezcan un amplio catálogo de soluciones, que abarque todos los modelos de nube (pública, privada o híbrida) y permita a sus clientes aprovechar las ventajas que cada uno de estos servicios son capaces de aportar.
Desde CCA podemos ayudarte a migrar a la nube de forma sencilla y escalonada. Si quieres saber cómo, contacta ahora con nuestros consultores especializados desde aquí. Te ayudarán a saber qué opción es la más adecuada para tu empresa, asesorándote de forma honesta y transparente para diseñar una solución Cloud a medida, adaptada a tus necesidades presentes, y, sobre todo, las que puedan presentarse en el futuro.
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